1. Preparación y la organización
A medida que se acercan los exámenes aumenta la ansiedad haciéndote sentir inseguridad. Al ver a los demás estudiando y tan confiados nuestra situación se puede complicar.
Para evitar esto debes preguntarte: ¿He hecho mis tareas?, ¿he participado en clase?, ¿estoy entendiendo los temas de la clase?. El cuestionarnos esto nos puede dar una idea de si nos debemos preocupar por comenzar a estudiar y prepararnos.
2. Estudia primero lo más difícil
Tenemos que saber cuáles son las cosas con las que más batallamos y comenzar por eso, y dejar lo fácil para el final. Por otro lado, a la hora de hacer el examen, comienza por lo que te sea más fácil y ya sabes. Luego haz lo más difícil.
3. Enfócate en el ahora
Es importante enfocarse en lo que sí estamos haciendo; a veces nos imaginamos cosas que no nos han pasado, pero tenemos que centrarnos en lo que podemos hacer ahora para evitar eso.
4. Haz una lista: ¿Qué te funciona para prepararte y qué no?
Identifica patrones para saber qué es lo que no nos funciona y lo que sí, mantén las buenas prácticas.
La lista nos ayuda prepararse y evaluar para luego intentar métodos nuevos para concentrarse: escuchar música clásica, estudiar solo o con compañeros, en la biblioteca o en la cafetería, etc.
5. Planea tu día
Elabora un horario planeando qué harás durante la temporada de exámenes esto te ayudará a no solo a registrar tus actividades, también a examinar cómo estas usando tu tiempo.
6. Date un respiro
Toma espacios para distraerte, no todo se trata de estudiar. Una mente despejada, trabaja mejor. Sólo no abuses de esta pausa activa.